🍫 Tarta Fría de Chocolate y Avellanas
Cómo Hacer una Tarta Fría de Chocolate Cremosa y Sin Horno
Por Gonzalo
La tarta fría de chocolate y avellanas es un postre ideal para los amantes del dulce con sabor intenso y textura suave. No requiere horno, es fácil de preparar y tiene una presentación espectacular que impresiona a cualquiera. Perfecta para celebraciones, cenas o simplemente darte un capricho, esta receta combina lo mejor del chocolate con el sabor inconfundible de las avellanas tostadas.
Ingredientes
Para la base:
200 g de galletas tipo Digestive o María
100 g de mantequilla sin sal, derretida
1 cucharada de cacao en polvo (opcional)
Para el relleno:
400 g de queso crema (tipo Philadelphia)
200 ml de nata líquida para montar (mínimo 35% materia grasa)
250 g de crema de chocolate y avellanas (tipo Nutella)
50 g de azúcar glass (opcional, según tu gusto)
4 hojas de gelatina neutra o 8 g de gelatina en polvo
Para decorar:
Avellanas troceadas
Virutas de chocolate o cacao en polvo
Unas cucharadas extra de crema de avellanas
Preparación paso a paso
1. Preparar la base
Tritura las galletas hasta convertirlas en polvo. Puedes usar un procesador de alimentos o meterlas en una bolsa y machacarlas con un rodillo. Si quieres potenciar el sabor del chocolate, añade una cucharada de cacao en polvo a la mezcla.
Mezcla bien las galletas trituradas con la mantequilla derretida hasta obtener una pasta homogénea. Vierte esta mezcla en la base de un molde desmontable de unos 20 cm y presiona con una cuchara o vaso para compactar.
Reserva en la nevera mientras preparas el relleno.
2. Preparar el relleno cremoso
En un bol, mezcla el queso crema con la crema de avellanas hasta que se integren completamente. Puedes ayudarte de unas varillas eléctricas o una espátula.
En otro recipiente, monta la nata líquida hasta que esté firme. Incorpórala con movimientos envolventes a la mezcla anterior para no perder el aire y mantener la textura cremosa.
Hidrata las hojas de gelatina en agua fría durante unos 5-10 minutos. Luego, escúrrelas bien y disuélvelas en 2-3 cucharadas de agua caliente (sin hervir). Deja templar y añade a la mezcla de chocolate poco a poco, removiendo constantemente para que se reparta de forma homogénea.
Vierte esta mezcla sobre la base de galletas ya fría. Alisa la superficie con una espátula y vuelve a meter al frigorífico al menos 4-6 horas, aunque lo ideal es dejarla toda la noche.
3. Decorar y servir
Una vez que la tarta esté bien cuajada, desmóldala con cuidado.
Decora al gusto con avellanas troceadas, virutas de chocolate y un poco de crema de avellanas calentada unos segundos en el microondas para que puedas hacer hilos por encima.
Consejos para el éxito
Crema de avellanas casera: Si prefieres una opción más natural, puedes usar una crema de avellanas hecha en casa con avellanas tostadas y un poco de miel o azúcar.
No te saltes el reposo: Esta tarta necesita su tiempo en la nevera para cuajar bien. Si la sirves antes, puede deshacerse al cortar.
Molde desmontable: Facilita muchísimo el desmoldado y deja bordes limpios.
Toque crujiente: Añade avellanas picadas entre la base y el relleno si quieres una textura aún más interesante.
Variaciones
Versión sin lactosa: Usa queso crema y nata vegetal, y asegúrate de que la crema de avellanas no contenga leche.
Versión vegana: Sustituye la gelatina por agar agar y usa productos 100% vegetales.
Con base de frutos secos: Puedes hacer una base con dátiles y avellanas trituradas si quieres evitar las galletas.
¡Y listo! Tienes una tarta fría de chocolate y avellanas cremosa, elegante y sin horno, con un sabor que enamora desde el primer bocado. Si te gusta el contraste entre lo suave, lo dulce y lo crujiente, esta tarta será tu nueva favorita.
